Otra vez vienes. Cuando ya habías desaparecido, se suponía. Pero no. Tú apareces cuando te da la gana y yo, ahí estoy, dispuesta a todo como si llevara tiempo esperándote. Cuando no es nada de eso. Pero llegas, y me das la confianza suficiente para que todo vaya bien. Yo vivo de ilusiones varios días, hasta que me doy cuenta que esto es lo mismo de siempre. Que te tengo a ratos, los ratos que tú quieres. Que en realidad yo siempre estoy esperando a que llegues, y nunca sé decirte que no. Aunque luego, siento que merece la pena. Y vuelvo a recordar el porqué me gusta esto que tenemos. Que tus "viene y va" me vuelven loca, y quizás si esto cambiara, nada sería lo que es cuando estamos juntos.