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miércoles, 6 de julio de 2011

Aprendiendo.


Y esa niña inocente que no sabía absolutamente nada de la vida, creció. Creció como crecemos todos. Y en esa etapa de crecimiento aprendió muchísimas cosas, quizás demasiadas, cosas que no hubiera querido saber nunca, pero que sin ellas nos es imposible vivir. Aprendió que sufrirá, mucho, demasiado diría yo. Y la mayoría de veces serán por cosas inútiles o por gente que no se lo merece. Llorará por chicos y después de unos días se dará cuenta de lo tonta que ha sido por eso. Se caerá mil veces y algunas de ellas ni siquiera podrá levantarse y se quedará quieta hasta que una mano de confianza le ayude. Conocerá a gente por la que vale la pena sacrificarse, con la que reirá y llorará pero solo de alegría. Y también a gente que le gustará, le encantará y esas personas serán las que le defraudarán, las que le dejarán tirada en medio del camino más difícil de pasar y se irán tan felices. Sí, es duro, muy duro. Pero así es la vida. Aunque no pensemos que todo es llorar, sufrir, no todo son cosas imposibles, no. La vida tiene muchísimas cosas buenas y esta niña inocente se irá dando cuenta poco a poco y las disfrutará, te lo aseguro.

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